José de Jesús Vázquez Hernández
Tanto el día primero como el dos de noviembre de cada año, son días de fiesta y de tradiciones para los mexicanos, pero de acuerdo con los investigadores, la celebración del dos en que se recuerdan los fieles difuntos, va a la baja al compartir dicha tradición con la de Halloween, que mercantiliza variedad de objetos, sobre todo máscaras y disfraces y distorsiona nuestra tradiciones.
El día primero, se conmemoran los Todos los Santos, tomando como base la tradición de la Iglesia y del Credo que reza: “Creo en la comunión de los Santos”
según la doctrina cristiana que a través del sacramento del bautismo
nos hace miembros del cuerpo místico de Cristo, del cual El es la cabeza
y todos los bautizados somos miembros.
Quienes
han visto la película “El gran milagro”, pueden tener una imagen más
cercana a lo que tradicionalmente enseña la Iglesia acerca de la vida
del hombre por la tierra, la intervención de los representantes del bien y del mal para convencer y atraer a la víctima, el enfrentamiento entre ambos y la influencia de la oración de la Iglesia purgante, que somos los bautizados que aun estamos de paso por el mundo.
En cuanto al día dos, puede catalogarse más folclórico, por todo lo que encierra en su
festejo, el día de los Fieles Difuntos, se relaciona más para la
composición y pinta de calaveras, la elaboración de altares de muertos,
la visita a los panteones, la venta de flores de cempoalxóchitl, las celebraciones teatrales como el tradicional “Tenorio” que suele representarse en su forma clásica o en broma.
La visita a los panteones frecuentemente es acompañada por conjuntos musicales que tocan y cantan melodías, de acuerdo con el gusto del difunto, aunque aquí en Jalisco no es muy común como en otros estados, llevar ofrendas culinarias, que más bien son para el disfrute de los vivos.
El
altar de muertos es una de las tradiciones que se ha popularizado cada
vez más, ya no solo se observan en algunos lugares culturales como
museos o edificios públicos, sino en varias casas particulares por las
diferentes colonias de la ciudad y terruños del Estado.
Los altares de muertos, aunque existe
una gran variedad en su instalación, no obstante en lo esencial tratan
de conservar rasgos generales, particularmente los tres niveles y su
significado; que según los que saben, el primer nivel suele representar el pasado y es donde se instala la imagen del familiar fallecido a quien se le dedica dicho altar, el cual va adornado con papel de china en color morado.
El
segundo nivel, representa el presente, donde se coloca una cruz de sal
para purificar a los visitantes; y el nivel inferior o primer escalón,
ordinariamente lleva cuatro velas que representan los cuatro puntos
cardinales que sirven de guía al ánima y entre niveles se colocan mantelitos de papel picado en color morado que simbolizan el cielo, entre otros elementos con que suelen adornarse.
Como quiera que sea, los mexicanos debemos estar atentos y conservar nuestras tradiciones que nos dan identidad cultural dondequiera que nos encontremos y la flor de cempoalxóchitl y las calaveras sigan rifando y más que a la baja vayan a la alta.
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