En las noches en el centro de la ciudad de Guanajuato no cabe un alfiler, el pasado histórico espera a revivirse desde lo romántico hasta el protagonismo de el Pipila, las callejoneadas son otro atractivo que recorren "El callejón del beso" que parejas de enamorados retoman otro estilo romántico, los guias de turistas que abundan en esta ciudad ofreciendo en las calles venta de información de hoteles y visitas guiadas le cuentan historias desde las minas mas famosas y ricas en oro, plata, cobre y otros metales hasta las bromas en el callejón del beso en donde las parejas se besan o las mujeres solas son besadas en estilo "vaquita" con cualquier buey, todo esto narrado así como hasta en el pasado colonial, aquí el presente parece que no existe, para el turismo en familia ofrece una zona sin violencia tan solo por no tener centros nocturnos.
Los anuncios discretos de cada empresa ahí asentada no abruman al paseante ni el consumismo impera en la vanidad de esta zona de Guanajuato, los grandes espectaculares anuncios, no existen antros con mujeres vendiendo sexo tampoco esto ha motivado una tranquilidad de nulos levantónes y secuestros, abonanado una parte de la buen vida de provincia.
Funcionarios locales ante miles de turistas locales e internacionales se dieron el abrazo de año nuevo, ante luces y aturdidores destellos en el cielo con un fondo musical agradable
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