ESCRITORES Y LECTORES
DON ALBERTO SANTOSCOY HERNÁNDEZ (1857-1906)
José de Jesús Vázquez Hernández
De acuerdo con los datos recientes publicados por diferentes medios locales, según el informe “Así vamos Jalisco”, elaborado por el observatorio ciudadano “Cómo vamos”, colocan a los habitantes de nuestra entidad más interesados en ver televisión, escuchar radio y hacer uso de su computadora.
O
sea que la mayor parte del tiempo libre lo reparte en estas
preferencias recreativas y muy poco lo dedica a la cultura y a la
lectura, a escuchar música o hacer deporte o leer un libro, aunque
difícilmente es leído hasta terminarlo, de donde se desprende la poca
motivación de los escritores por escribir, ante la carencia de lectores.
Ante
tales circunstancias, toda lo que se haga por interesar al público por
la lectura, es gran importancia como lo viene haciendo cada año la Feria
Internacional del Libro, que aporta su granito de arena en pro de esta causa, pero falta algo más, tal vez que los padres y maestros los orientemos a los niños y a los jóvenes, para que se interesen más por el saber que aportan los buenos libros.
A
pesar de las estadísticas que reflejan situaciones, Jalisco es un
Estado donde la cultura nunca ha estado ausente, es una entidad de
escritores y con gran relevancia en el siglo XIX. Aquí en Guadalajara y en las diferentes regiones del Estado, se publican gran cantidad de libros y muchos de ellos se deben, gracias a la intervención de los cronistas. Ahora hay que motivar a los lectores, para que esas voces, que representan los libros, no se queden hablando en el desierto.
Considero, a propósito de escritores del s.xix, a don Alberto Santoscoy Hernández, uno de los más prolíficos promotores de la cultura y de la historia de Jalisco, con aportaciones en el periodismo en los abundantes medios locales y estatales de la época.
Don Alberto Santoscoy, nació en Guadalajara el 23 de octubre de 1857 y falleció el 13 de abril de 1906.
Su padre don Francisco Santoscoy del Villar, tronco de dos familias, y doña Juana Hernández e Iñiguez, provenientes de una familia acomodada de Atotonilco el Alto, Jalisco, hizo estudios elementales en el Colegio Mariano. Más tarde ingresó al Seminario Conciliar de Guadalajara, donde se formaron prominentes miembros de la sociedad tapatía. Fue alumno de don Agustín de la Rosa, clérigo humanista.
Sus aportaciones a la historia y cultura jalisciense, consisten en las numerosas obras que escribió, entre ellas sus Obras completas. Tomo I. 1984. A cargo del Gobierno de Jalisco. UNED. Guadalajara, Jalisco. Así mismo nos dejó un gran legado en sus numerosos artículos publicados y otras obras más que el tiempo no le permitió concluir, pero que su familia conserva, además de su recuerdo, con cariño.
En todas las actividades de su vida imprimió su huella, primordialmente en sus funciones como director de la Biblioteca Pública del Estado, desde donde promovía la cultura y la lectura los sábados para no interferir en las horas hábiles, aumentando la concurrencia de la sociedad en gran número.
“Se distinguió por su interés en el estudio y enseñanza de la historia de Jalisco”. jjesusvah@hotmail.com
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