A propósito del día del maestro que cada años se celebra en México el 15 de mayo, recuerdo el consejo que mi abuelo le dio a una de mis hermanas aun pequeña, cuando pretendía estudiar una carrera, le dijo: creo, que para las mujeres, una de las formas más prácticas de servir a la sociedad y a su familia, es estudiando
para maestra o para enfermera y agregó, o se es buena profesionista y
mala ama de casa, o buena ama de casa y mala profesionista.
Pasaron los años y mi hermana atendió aquellas palabras de su abuelo y ahora jubilada del Seguro Social, no solo se licenció en enfermería, sino que también es maestra en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Guadalajara.
Esta frase “al maestro con cariño” la escuchamos frecuentemente en algunos actos de homenaje dedicados a este sector, en el que encontramos, maestros
urbanos, rurales, de enseñanza básica, o media superior, catedráticos,
licenciados, maestros doctores, de escuelas públicas y privadas, que
enfrentan con abnegación su vocación o los que solo cumplen con
dificultad y evaden la responsabilidad de la evaluación. Hay otros que
solo organizan marchas y huelgas, dejando a sus alumnos sin clases hasta por varios meses.
Hay
maestros asignados a las escuelas públicas o privadas, en las que poco
se valora el esfuerzo de su trabajo, y donde su responsabilidad y
asignaciones en otras funciones aumentan, pero su vocación y necesidad
los hace persistir, resistir y seguir adelante
Dentro de este sector hay líderes que obtienen beneficios personales, ganan bien, a veces sacrifican al gremio al que supuestamente representan, viven en la abundancia, trabajan poco, contrario a la mayoría de los maestros,
quienes con frecuencia cubren dos plazas, tanto la estatal como la
federal con el fin de vivir en la medianía y obtener una digna pensión.
La labor del maestro tiene sus bemoles, requiere calidad y capacitación se necesita esfuerzo, dedicación, compromiso y responsabilidad para poder educar, informar, formar y orientar con paciencia, para conseguirlo es necesaria la cooperación de los padres y de los mismos estudiantes.
Los antecedentes de esta celebración nos remontan al año de la constitución de 1917, cuando los diputados, Benito Ramírez y Enrique Viesca Lobatón, sugirieron al presidente Venustiano Carranza que se estableciera un día para homenajear a los maestros, celebrándose por primera vez el día del maestro el 15 de mayo de 1918, fecha conmemorativa de la toma de Querétaro.
Este día del maestro se celebra en diferentes países con diferente fecha, sin embargo la UNESCO instituyó como día mundial del maestreo el cinco de octubre.
Hay varias películas mexicanas que tratan de enaltecer los valores del maestro como “Simitrio” protagonizada por José Elías Moreno, filmada en México en 1960 y desde luego “El profe” de Mario Moreno (Cantinflas), filmada en México en 1971, entre otros documentales que hablan del servicio que presta este sector.
Felicidades a los maestros que enseñan y forman la conciencia de sus alumnos con responsabilidad y con valores, orientándolos a resolver problemas por medio de competencias, tratando de ser promotores sociales y su dedicación y compromiso sea favorable para que México supere el rezago educativo que lo tiene sumido en un bache. jjesusvah@hotmail.com
Mayo 16/2012
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