José de Jesús Vázquez Hernández
Después de la zozobra en que estuvieron envueltos los XVI Juegos Panamericanos, de la angustia previa a la terminación de las instalaciones, de las Villas, de las vialidades, de la venta de los boletos, de tantos detalles que conlleva la realización de un evento de esta naturaleza, finalmente vino la recompensa, cuando el titular de la ODEPA, Mario Vázquez Raña expresó en sus palabras de clausura que, estos juegos eran …los mejores de la historia.
Seguramente lo dijo convencido, pues ni él mismo esperaba el éxito que tuvieron, ya que días antes dudaba de ello, hasta a él lo convencieron y de ahí su honesta expresión, no dicha solo como cumplido, sino como gratitud a los organizadores y a los atletas que intervinieron en ellos.
Los mexicanos cumplimos, los jaliscienses nos involucramos todos de alguna manera, los atletas nos dieron grandes satisfacciones con sus actuaciones y la cosecha de medallas superó ampliamente la meta fijada por las autoridades deportivas, con sus 42 de oro, 41 de plata y 50 de bronce, ocupando un cuarto lugar y superando a Canadá.
Desde la espectacular y emotiva inauguración, que dejó un gran sabor de boca en todos los rincones de México y del extranjero, de la calidad de las instalaciones de primer mundo, la organización de las competencias, los resultados, que se fueron dando de menos a más, hasta llegar a la festiva clausura, se puede concluir en que hubo saldo positivo, nada grave que lamentar, sin novedad.
Se temía que apareciera el fantasma del clembuterol contaminando la actuación de los atletas, ni eso, ni la inseguridad, ni los indignados, ni la política, ni la desaparición de dos bicicletas, ni la poca variedad de la comida, ni el exceso de voluntarios, nada de eso contaminó los Juegos, misión cumplida.
Ante los significativos resultados, se puede concluir en que valió la pena cualquier esfuerzo hecho a favor de un evento de esta índole, que muestra al mundo las bondades de los mexicanos, de los jaliscienses, que compensan en una buena parte los acontecimientos originados por la desigualdad, la violencia y la impunidad.
Lo más destacable para el futuro, será la capacidad organizadora del pueblo mexicano, la calidad y amabilidad de los anfitriones, las excelentes instalaciones que vendrán a ser la base para continuar el trabajo de nuestros atletas que desde hace años ocupan el candelero y seguirán los pasos de los consagrados como, Rafa Márquez, Lorena Ochoa, el Chicharito, Paula Espinosa, Cinthia Valdez, Paola Longoria, Laura Sánchez, Iván García, Arturo Salazar, Germán Sánchez, Yahel Castillo, las Chivas… entre otros exitosos deportistas.
Ahora solo falta reconocer la destacada actuación de las autoridades civiles y deportivas, el logro de las mujeres, y deseamos que no se descuide el mantenimiento de las instalaciones, felicitar a todos los medallistas, mexicanos y jaliscienses, junto con los futbolistas, los del basquetbol y vólibol, que hicieron un buen papel, que puede mejorar.
Por último, el público también tiene bien ganada la medalla de oro que el Gobernador Emilio González Márquez nos otorgó en la clausura, por su comportamiento que ayudó para que jaliscienses y mexicanos dejaran un buen sabor de boca a todos los asistentes a estos XVI Juegos Panamericanos. Hasta Toronto, 2015. jjesusvah@hotmail.com
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