REFORMA A TIEMPO Y A DESTIEMPO

REFORMA A TIEMPO Y A DESTIEMPO
Por Lic. José de Jesús Vázquez Hernández (desde Guadalajara)
La iniciativa de reforma política propuesta por el presidente Felipe Calderón puede considerarse desde dos perspectivas, que está a tiempo, puesto que cualquier iniciativa generalmente está basada en busca de alguna enmienda y mejora y vista así puede estar a tiempo.
Igualmente para otros puede contemplarse a destiempo, con base en que debió haberse reformado todo el sistema político desde que se dio el cambio de la alternancia, pero el presidente Fox, no quiso mover la quijotera y dejó pasar las cosas como estaban, pero la historia ya se lo demanda.
Dice un axioma popular, “más vale tarde que nunca”, esta es la realidad, es el tiempo en que vivimos, el pasado ya no se cuenta, el futuro es incierto, solo contamos con el ahora, o como decía el citado presidente hoy, hoy, hoy es la hora de hacer los cambios que la sociedad requiere, pide y suplica como un derecho democrático que le corresponde.
Dentro del paquete de iniciativas, hay varios puntos que podrían beneficiar a los ciudadanos, restando un poco de poder al gobierno para regresarlo a la ciudadanía, a los votantes, al pueblo que cubre sus altos salarios cuando se juzga que no los desquitan y en México millones de gentes viven carentes de lo estrictamente indispensable.
Además, la experiencia y las estadísticas indican que cada vez los triunfos y derrotas en las urnas se dan con un reducido número de votos, por lo tanto el hecho de prever una segunda vuelta electoral para la elección del presidente de la República que no obtenga más de la mitad de los votos emitidos, es acertada.
Otra de las iniciativas contempla reelección consecutiva de alcaldes y miembros del ayuntamiento y jefes de las delegaciones hasta por un periodo de doce años. Propuesta que debe de arroparse con los candados suficientes para que no se revierta en contra de los ciudadanos y que tan mal sabor ha dejado esta figura y que tanta ha costado sacudirla.
En este renglón, no hay cargo público, privado, retribuido, honorario o de cualquier otra índole, que una vez ejercido, no acostumbre a quien lo desempeña a seguir en él a como de lugar, por lo tanto puede verse como un premio para un buen comportamiento, pero también un obstáculo por aquello de los cacicazgos.
Hay otros puntos que contemplan reformas a 33 artículos de la constitución, y reducir el número de representantes del Congreso, que tanta falta hace y que el pueblo pide y exige, toda vez que su manutención le cuesta muy cara al país y poco lo que hacen en beneficio de sus representados.
Hay que dejar la amargura y el pesimismo y poner en juego las ideas con ecuanimidad y objetividad, para apoyar la reforma planteada por el presidente, tomando en cuenta que puede ser perfectible y para beneficio de un pueblo sediento de justicia, que lucha a tiempo y a destiempo por su supervivencia y que mira una luz en su camino. jjesusvah@hotmail.com
Diciembre 16/09