EL DERROCAMIENTO
José de Jesús Vázquez Hernández
A propósito de la proximidad de un aniversario más de la revolución mexicana, cuando en 1910 al grito de “sufragio efectivo no reelección” inició un levantamiento que se convirtió en una lucha sangrienta entre hermanos y que muy poco aportó al desarrollo del país por la destrucción y pérdida de vidas que propició.
Anacleto González Flores y varios luchadores más que tuvieron participación de alguna manera en la guerra cristera, fueron beatificados en un aniversario de la revolución precisamente el 20 de noviembre del 2005, por Juan Pablo II, el Papa que tuvo un amor entrañable por nuestro país, y los dos se encuentran en proceso de santificación, entre sus importantes obras, se encuentra el libro titulado Tú serás rey, y uno de sus capítulos lo tituló “El Derrocamiento”, que a mi parecer aplica al tiempo actual la siguiente reflexión:
“Debajo de este derrumbamiento de que todos somos testigos, está un derrumbamiento que muy pocos ven, que muchos se empeñan en ignorar y que casi nadie ha sospechado hasta ahora.
Ese derrumbamiento que está debajo de todos nuestros grandes derrumbamientos, ha sido llamado con frase casi insuperablemente feliz y exacta, `por Marx Scheler, el derrocamiento de los valores.
Y esto es exactamente lo que hay en la base de todo ese inmenso derrumbamiento, que ha desolado la vida europea y que ha desquiciado y volteado de arriba abajo nuestra vida”
Este destacado personaje, originario de Tepatitlán, Jalisco, nacido el 13 de julio de 1888 y sacrificado el primero de abril de 1927 en el cuartel Colorado, ubicado en esta ciudad de Guadalajara, veía con gran preocupación el derrumbamiento de valores en Europa y los estragos que originaba y que podía propiciar también en nuestra sociedad.
Sin duda que sus palabras escritas durante su corta vida aún trascienden en la vida cotidiana y pública de nuestra nación que sufre los embates del derrocamiento de los valores perdurables que dan sustento a una convivencia sana que den sustento al bien común que todos deseamos, pero poco hacemos por lograrlo.
Ya el gran estadista y pensador Mahatma Gandhi, expresó en uno de sus filosóficas reflexiones que: “Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena” y otra reflexiva indica: “Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro, la vida es un todo indivisible.
Estos personajes que de alguna forma coinciden en sus principios generales, trataron de cambiar las injusticias imperantes en sus respectivos países sin violencia, solo con valores como lo expresa Anacleto en su comentario “Porque todo edificio político y social, descansa sobre las espaldas de los valores que lo han levantado y que lo sostienen. jjesusvah@hotmail.com
José de Jesús Vázquez Hernández
A propósito de la proximidad de un aniversario más de la revolución mexicana, cuando en 1910 al grito de “sufragio efectivo no reelección” inició un levantamiento que se convirtió en una lucha sangrienta entre hermanos y que muy poco aportó al desarrollo del país por la destrucción y pérdida de vidas que propició.
Anacleto González Flores y varios luchadores más que tuvieron participación de alguna manera en la guerra cristera, fueron beatificados en un aniversario de la revolución precisamente el 20 de noviembre del 2005, por Juan Pablo II, el Papa que tuvo un amor entrañable por nuestro país, y los dos se encuentran en proceso de santificación, entre sus importantes obras, se encuentra el libro titulado Tú serás rey, y uno de sus capítulos lo tituló “El Derrocamiento”, que a mi parecer aplica al tiempo actual la siguiente reflexión:
“Debajo de este derrumbamiento de que todos somos testigos, está un derrumbamiento que muy pocos ven, que muchos se empeñan en ignorar y que casi nadie ha sospechado hasta ahora.
Ese derrumbamiento que está debajo de todos nuestros grandes derrumbamientos, ha sido llamado con frase casi insuperablemente feliz y exacta, `por Marx Scheler, el derrocamiento de los valores.
Y esto es exactamente lo que hay en la base de todo ese inmenso derrumbamiento, que ha desolado la vida europea y que ha desquiciado y volteado de arriba abajo nuestra vida”
Este destacado personaje, originario de Tepatitlán, Jalisco, nacido el 13 de julio de 1888 y sacrificado el primero de abril de 1927 en el cuartel Colorado, ubicado en esta ciudad de Guadalajara, veía con gran preocupación el derrumbamiento de valores en Europa y los estragos que originaba y que podía propiciar también en nuestra sociedad.
Sin duda que sus palabras escritas durante su corta vida aún trascienden en la vida cotidiana y pública de nuestra nación que sufre los embates del derrocamiento de los valores perdurables que dan sustento a una convivencia sana que den sustento al bien común que todos deseamos, pero poco hacemos por lograrlo.
Ya el gran estadista y pensador Mahatma Gandhi, expresó en uno de sus filosóficas reflexiones que: “Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena” y otra reflexiva indica: “Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro, la vida es un todo indivisible.
Estos personajes que de alguna forma coinciden en sus principios generales, trataron de cambiar las injusticias imperantes en sus respectivos países sin violencia, solo con valores como lo expresa Anacleto en su comentario “Porque todo edificio político y social, descansa sobre las espaldas de los valores que lo han levantado y que lo sostienen. jjesusvah@hotmail.com
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