José de Jesús Vázquez Hernández
El campo y los campesinos son la base de la economía, porque es donde se producen los alimentos que consumimos, pues sin ellos la agroindustria que los transforma no tendría materia prima, de allí que la reforma anunciada por el presidente Enrique Peña Nieto sea bien recibida por quienes tienen interés en mejorar su producción y su manera de hacerlo.
Después de efectuarse un sinnúmero de reformas en diferentes campos estratégicos de la economía, no podía quedarse atrás una reforma o propuesta que venga a fomentar la seguridad en la tenencia de la tierra, en sus diferentes modalidades, ya ejidal, privada o comunitaria, pero sobre todo la que es utilizada para la siembra y pastoreo de ganado.
Los tribunales agrarios tienen sobre su escritorio cantidad de expedientes que esperan una respuesta, constantemente grupos delincuenciales invadían propiedades particulares como los casos de Michoacán, donde huertas de aguacate eran expropiadas para su asentamiento con impunidad y desconsuelo para sus propietarios.
Aquí en Jalisco cuando se esperaba la venida del presidente de la República un grupo de wixáricas, también conocidos como huicholes que habitan en la región norte del estado y Nayarit, hacían una marcha de protesta para solicitar la defensa de su territorio y la devolución de una buena parte de su espacio invadido, y soberanía para gobernarse con sus costumbres y cultura.
Si se analizan los casos donde grupos de poder y de influencia atropellan los derechos de propietarios o administradores de terrenos donde se asientan minas que destruyen y contaminan los recursos naturales y modifican el entorno de la flora y fauna en total impunidad, son bien señalados, pero poco atendidas las demandas de los afectados.
Un ejemplo es lo que acontece actualmente con el derrame de una gran cantidad de sulfato de cobre acidulado en los ríos Sonora y Bacanuchi, desde la mina Buenavista del Cobre, que afecta a los habitantes y a su ganado de varios municipios de esa región que administra el Grupo México, y que según dicen causa graves daños al ecosistema y poco hacen para combatir sus afectaciones, de acuerdo con los reportes de quienes los padecen.
Como estos, hay varios casos que debe atender esta reforma, la producción de leche es uno de ellos, cada año por el tiempo de aguas, la empresa que les compra la lecha a los ganaderos, les rebaja la cuota o el precio del producto, con base en diversos pretextos, a pesar de que la pastura y los insumos se mantienen y además suben constantemente sus precios.
Otra de las lacras es la burocracia que atiende las necesidades de este sector, para ello se ventila la creación de una nueva financiera agroalimentaria para fortalecer el campo, ojalá sea transparente y de bajo costo su financiamiento, para que realmente se perciban sus beneficios y se aproveche para mejorar su tecnología en beneficio de la producción.
Estos son tan solo algunos de los retos que debe contemplar la reforma para el campo propuesta por nuestro mandatario, para que el campo y los campesinos tengan seguridad para su tierra, su familia y sus productos y el bienestar que tanto se presume sea parte eficaz para el desarrollo no solo de ese sector, sino de todos los mexicanos.
Agosto 20/2014
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