José de Jesús Vázquez Hernández
Hace unos días mi amigo Jesús Rodríguez Gurrola, doctor en Letras Hispanoamericanas, un ameritado académico de la Universidad de Guadalajara y maestro de varias generaciones de alumnos de la carrera de Filosofía y Letras, me comentaba la importancia que tenía la prensa escrita y los medios regionales como documentos para la historia y como fuente importante de investigación.
Efectivamente la prensa escrita es y seguirá siendo un documento para la historia, es algo que se siente se palpa, se exhibe y hasta se presume, como acontece con las publicaciones y las imágenes que se miran y analizan con la vista y el tacto, contrario a lo que acontece con la nueva tecnología que ahora nos está invadiendo y que es un gran auxiliar para todas las actividades.
Sin embargo, esta tecnología del internet constantemente es amenazada por fuerzas superiores que obstruyen su función por diferentes motivos, las noticias con frecuencia nos informan de obstrucciones por parte de los hackers que descubren las debilidades de la red y aprovechan para sacarle ventaja a sus conocimientos y boicotear a más de una empresa.
Todo esto me lleva a reconocer el valor que tiene la prensa escrita tanto de grandes e influyentes medios, como de los más modestos informativos regionales de cualquier lugar que plasman en sus páginas los sucesos ordinarios y extraordinarios que acontecen en los lugares de origen y que dan cuenta de las actividades de las personas relacionadas con su vida ordinaria.
Una de las funciones de la prensa escrita, consiste en informar y formar, educar, divertir y ser un medio de difusión propagandístico, si bien, en la actualidad la nueva tecnología de manera precisa, concisa, oportuna y casi instantáneamente mantiene una red de información al momento, contrario a lo que pasa con la prensa escrita que tiene una periodicidad.
En ese tenor la región de Los Altos y de manera particular, tanto Tepatitlán, Jalostotitlán y Arandas, entre otras importantes poblaciones, cuentan con muchos medios que dan fe de los acontecimientos y de las personas que por sus acciones se convierten en emblemáticas y que deben quedar inscritas, sino en piedra como lo hacían nuestros antepasados, al menos en papel.
En este tenor resulta imprescindible reconocer la importancia de la prensa escrita como medio para que los cronistas, reporteros y periodistas, cuenten los hechos que ennoblecen a las personas y las convierten en emblemáticas y no solamente los sucesos escandalosos que las denigran, para que un día esta microhistoria dé fe de valor y cultura de sus pobladores. Marzo 23/2019. jjesusvah@hotmail.com
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