Migración y otros temas
José de Jesús Vázquez
Hernández
De Guatemala a Guatepeor, los analistas dicen que se
trata de una frase que suele utilizarse en varios países cuando los
guatemaltecos no solo tienen que lidiar con problemas económicos y de
inseguridad, sino que también deben aguantar que la mala imagen de su país
sirva para que en el extranjero se haga referencia a estar en una mala posición
y pasar a una peor.
En los últimos tiempos hemos observado una nueva forma de
migración que recorre el territorio mexicano, cruzando las fronteras por las
buenas y por las malas en grupos multitudinarios en los que se agregan familias
enteras y personas discapacitadas o en sillas de ruedas, madres con niños en carriolas
y solos que superaron en todo la migración alteña que emigraba a veces por
necesidad y otras por costumbre, o bien por aventura.
A las personas que viajan en estas caravanas cuando se
les cuestiona el motivo de su presencia por estas lejanas tierras, dejando todo
en su lugar de origen, a pesar de las dificultades que enfrentan en el camino
hacia el sueño americano, que para muchos se queda en el sueño mejicano una vez
que se les facilita su estancia y consiguen algún trabajo, considerando que las
dificultades de violencia e inseguridad que afectan al país, no entrarán de
Guatemala a Guatepeor.
La mayoría de estas personas expresan que han sido
afectadas por el mal moral que se ha propagado en diferentes ámbitos de la
sociedad, por lo que no pueden ni quieren regresar por el peligro que
representa la inseguridad existente en el lugar de donde vienen al igual que las
condiciones económicas que padecen, por lo tanto, deseamos sinceramente que nuestros
vecinos encuentren cierta paz y tranquilidad en este territorio, que al menos significa
una esperanza de mejora y bienestar.
Además de la supresión de la libertad de expresión, uno
de los flagelos más graves que perjudican a la sociedad actual, es la corrupción
e impunidad que origina violencia e inseguridad que afecta nuestro derecho al
libre tránsito garantizado por el artículo once constitucional, es muy
lamentable que los niños y jovencitas sobre todo, no puedan salir solos a su
escuela, a su trabajo, a jugar a la calle, o bien, hacer un mandado por el
peligro que corren de ser desaparecidos o violentados, un perjuicio que se ha
extendido por doquier.
Deseamos que las autoridades que ya pronto van a contar
con el auxilio de la Guardia Nacional, integrada seguramente por personas más
capacitadas para combatir los delitos, sea realmente exitosa y se disminuya la corrupción
y la impunidad que propaga la mayoría de los flagelos que afectan y permean en
gran parte de las instituciones, deje de asentar sus reales en todas las
actividades y comunidades de México, y no resulte aplicable la frase de
Guatemala a Guatepeor.
Marzo 16/2019
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