(Foto de internet) |
José
de Jesús Vázquez Hernández
La “Caravana Viacrucis del Migrante”
convocada por “Pueblos sin Fronteras” pasaron por la ciudad de Guadalajara
donde fueron atendidos en la parroquia de El Refugio de Tlaquepaque y gentes de
buena voluntad, en la que permanecieron dos días y después de recuperarse
hombres mujeres y niños de las fatigas del camino continuaron con el objetivo
de lograr asilo humanitario en los EE.UU.
Esta Caravana está integrada por personas de
diferentes países centroamericanos principalmente de Honduras, El Salvador y
Guatemala y más de algún otro colado que prefieren sufrir las amenazas que implica
migrar por zonas en las que tienen que enfrentar la inseguridad y zozobra ya de
parte de diferentes autoridades o bien de la delincuencia.
Es tan lamentable la situación de violencia y
abandono, aunada la pobreza que padecen en sus lugares de origen, que hay
madres que dejan a sus hijos, o padres que se alejan de la familia, jóvenes,
niños y niñas que viajan acompañados o solos con los riesgos implícitos con la
esperanza de encontrar una nueva oportunidad que los alivie del terror sufrido en
su respectivos poblados.
De Guadalajara partieron en diferentes
contingentes unas 500 personas en autobuses que se les facilitaron para
continuar su viacrucis, otros lo hicieron en el lomo del tren apodado como “La
Bestia” que recorre el país de sur a norte y de norte a sur cargado con
diferentes mercancías o bien con desechos reciclables, a pesar del peligro no
solamente para los niños, sino para los adultos.
Según las informaciones estas personas buscan
encontrar el “sueño americano” a pesar de las protestas del presidente Donald
Trump, pero más que eso pretenden encontrar refugio en ese país, pero por lo
pronto desean establecerse en la ciudad de Tijuana, una ciudad cosmopolita, en
la que cada vez más es habitada por personas de diferentes naciones.
Esta caravana de alguna manera se redujo
considerablemente después de la advertencia del presidente Trump a las
autoridades mexicanas para que impidieran su marcha hacia la frontera, sin
embargo no todos desistieron y una gran cantidad prefirió continuar, sin embargo,
no será fácil lograr su propósito por el endurecimiento de las leyes
migratorias del país vecino.
La migración sigue siendo un derecho para
quienes desean trasladarse de un lugar a otro, si bien,
igual es un problema para los pueblos a los que llegan en cantidades mayores a
los que pueden recibir sin afectar a los ciudadanos ya establecidos y que por
su desarrollo y atractivos económicos y mejores salarios son un imán como lo es
desde hace años allende fronteras.
Por lo pronto a los mexicanos nos corresponde
practicar la obra de misericordia de “dar posada al peregrino”, pues hoy por
ellos y perenemente por los migrantes mexicanos que se desplazan constantemente
hacia la búsqueda de mejores oportunidades y no siempre encuentran el sueño deseado,
una gran cantidad de ellos se quedan en el camino.
Lo que se desprende de esta situación que se
vive, es la falta de seguridad en las comunidades de origen, se requiere promover
un desarrollo integral, que tanto autoridades y sociedad luchen unidas para
corresponder al derecho humano de que toda persona viva en paz y pueda tener
una vivienda digna y un salario que le alcance para satisfacer las necesidades
propias y familiares.
Abril 21/2018
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