José de Jesús Vázquez Hernández
Hace ocho días un grupo de compañeros integrantes de diferentes organizaciones culturales fuimos invitados por el presidente municipal de San Ignacio Cerro Gordo licenciado Cleofas Orozco Orozco, quien con amabilidad insólita, cualidad no común en la mayoría de funcionarios, derrochó tiempo y cortesía en todos y cada uno de los actos programados durante el día que nos atendieron.
Este acontecimiento tuvo lugar el sábado 18 de junio, un día en el que observamos quienes acudimos desde esta capital jalisciense, los valores que se viven en esos terruños que luchan por mejorar en todas las áreas, social, cultural, religiosa y política, con la finalidad de obtener los medios posibles que conduzcan a un mayor bienestar para sus habitantes.
El programa incluyó un sencillo, pero afectivo recibimiento en la casa de la cultura, para continuar con un somero informe de actividades y logros alcanzados por esta administración municipal, extendiendo su reconocimiento a las anteriores administraciones, quienes pusieron los cimientos y han venido construyendo obras que han beneficiado a la mayoría de los san ignacienses.
Como es costumbre no puede pasar desapercibido presumir parte de su patrimonio cultural, como su centro histórico donde el templo se lleva la mejor parte por su originalidad y a la vez sencillez de construcción, continuando hacia una de sus factorías tequileras donde se aprecia en todo su proceso la elaboración de un buen tequila, abundante producto de esa región.
Después de la visita de esta sorprendente destilería, identificada con una campana, nos trasladaron al Santuario del Señor de los Imposibles, sitio donde se venera a un Cristo, cuya fama y milagros cada vez trascienden más allá de la fronteras regionales, observando en su antigua capilla una gran cantidad de exvotos que testifican sus prodigios.
No podía faltar una deliciosa birria elaborada por una persona reconocida nacionalmente como uno de los mejores preparadores de este típico alimento jalisciense, pero sobre todo degustada en una terraza ubicada en la falda del Cerro, de donde se aprecia un espléndido panorama de la población y de su entorno, además de una reserva de venado cola blanca que apreciamos.
Quiero recalcar que las personas visitantes quedaron gratamente complacidas, en primer lugar por la empatía y gentileza de su presidente y de sus colaboradores que nos atendieron y nos acompañaron durante todo el tiempo, y están sumamente agradecidas, es más ya la doctora Silvia Quezada, en señal de gratitud va a poner en marcha un proyecto cultural en beneficio de los niños y de sus papás.
Finalmente quiero resumir algunos aspectos positivos que me hicieron llegar quienes participaron de esta convivencia, la gentileza de su presidente, la limpieza del pueblo, la educación y cultura de sus habitantes, los proyectos realizados y los planeados, donde el tratamiento de la basura y el proyecto de formar parte de la zona metropolitana de Tepatitlán son esenciales. Cuando se quiere, se puede.
Junio 25/2016
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