José de Jesús Vázquez Hernández
foto Milenio |
Hugo Gutiérrez Vega (1934) ahora que cumple su primer aniversario número ochenta, hoy jueves a las seis de la tarde será motivo de varios reconocimientos tanto en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara y en la capilla Elías Nandino del ex convento del Carmen a las ocho de la noche, y seguramente a el le agradará ver a sus amigos.
Don Hugo, es un personaje de excepción, de los más significativos jaliscienses de la actualidad, es un triunfador en la vida, es originario de Guadalajara, pero con apegos en Lagos de Moreno, abogado, escritor, poeta, periodista, hombre de teatro, diplomático, catedrático, conferenciante, ensayista, considerado entre los más ilustres hombres de letras no solo de México, sino de América Latina.
La maestra Carmen Villoro, compiladora de la obra de este célebre personaje a quien conoció en Inglaterra cuando era niña, lo califica como un gran conversador, de su obra la define de estilo versátil, rica, prolija y muy vital, expresa un culto por la vida y la sensualidad, ello a raíz de sus amplios conocimientos y experiencias de las culturas adquiridas en los numerosos pueblos donde ha participado como funcionario.
Marco Antonio Campos, en el prólogo de Peregrinaciones: poesía reunida, 1965-1999 (1999) donde reúne 35 años de poesía, en versos sencillos que nos hacen sentir que somos sus amigos, afirma que Hugo, junto con otros poetas nacidos en la década de los treinta, “buscaron más una poesía directa, coloquial, hecha de la madera múltiple de los árboles diarios, donde no está excluida en momentos la crítica, la protesta y el testimonio políticos”.
Muestra interés por el otro, por el lector, su poesía es conversacional, utiliza todos sus sentidos en ella, incluido el sentido del humor, como lo hace en su obra titulada: Poemas para el perro de la carnicería, título, que solamente a él se le podría ocurrir, comenta Carme Villoro.
Difícil sencillez de la poesía expresada, pero a la vez contenida, sensual, por el uso de los sentidos del olfato, el oído, el aroma el tacto, embellecida con imágenes de la naturaleza, con repetición válida en la poesía y en la música. En ella se refleja el interés por lo cotidiano, lo frágil, las cosas que se van, lo simple, los lugares son efímeros y el amor es seguro.
Su poesía nos ofrece un paseo por el mundo, por esos lugares donde aparecen sus amigos y las personas que los habitan.
Su extenso currículo nos muestra un perenne caminar por diferentes instituciones académicas del mundo, desde sus estudios primarios, hasta derecho en la UNAM, letras inglesas en Michigan, italianas en la Universidad de Roma; sociología de la comunicación en Londres, con amplia experiencia en el servicio diplomático, desempeñando diversos cargos en varias ciudades de Europa y de América.
Maestro en diferentes instituciones, director de revistas, periodista, ensayista, conferenciante, traductor de poesía griega, además ésta ha sido traducida a varios idiomas que lo han hecho merecedor a innumerables premios, por lo que ahora tenemos una oportunidad de compartir con un personaje de los que pocos quedan en nuestro medio, pero sobre todo con un gran hombre.
Nada se puede hacer; / el minuto ha pasado. / Sólo queda gritar, / gritar hasta que el viento / nos muestre una salida.
jjesusvah@hotmail.com
Febrero 19/2014
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