José de Jesús Vázquez Hernández
El tema obligado de esta semana es el de la mujer, al celebrarse este ocho de marzo el día internacional de la mujer y siendo el ser más bello de la creación y el más deseado, pero de igual forma el más discriminado por el hombre, es motivo de análisis y reflexiones que han originado diversas reacciones tanto en un bando como en el otro.
La tendencia de la mujer ha sido de superación, de lucha por igualdad de dignidad y derechos con el hombre, de compartir labores y obligaciones en el trabajo y en el hogar, en equidad de género y oportunidades tanto en la política como en lo cultural entre hombres y mujeres.
De acuerdo con las estadísticas, por lo menos en México, hay más mujeres que hombres y éstas han escalado puestos y cargos en todas las áreas de la actividad humana, aunque todavía en menor escala, sobre todo en la política.
Siendo pues un sector muy importante el de las mujeres, no puede pasar sin ser reconocido y celebrado en el mundo y de acuerdo con los antecedentes el primer Día Internacional de la Mujer, se instauró en la Internacional Socialista en Copenhague en 1910, pero no se estableció una fecha fija para celebrarlo.
Al año siguiente, el 19 de marzo se conmemoró con marchas en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, a las que asistieron más de un millón de personas, quienes exigían el derecho de voto y de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo y a la no discriminación laboral.
Fue hasta 1914 que se eligió el ocho de marzo como la fecha para conmemorar el día Internacional de la Mujer, el mismo día que las mujeres europeas marcharon por la paz y cuando en 1917 miles de mujeres rusas se declararon en huelga para pedir “pan y paz”, obligando al Zar a abdicar días después.
Desde entonces, el Día Internacional de la Mujer se ha convertido en un punto de convergencia para las mujeres de todo el mundo; en una oportunidad para reflexionar sobre su situación en el universo, los avances logrados y las áreas en las que aún falta mucho qué hacer
Las mujeres han logrado bastante, como estrechar la rendija educativa entre géneros, pero los avances son lentos y aun “siguen siendo las mujeres ciudadanos de segunda clase en muchos países”, discriminadas, golpeadas y asesinadas por la falta de cultura y respeto hacia la mujer.
Ante la realidad que nos circunda, solo nos resta seguir amando a las mujeres, respetándolas como lo hacemos con nuestras esposas e hijas, no dando importancia al decir, de que cuando no se tienen, hacen falta y cuando se tienen, estorban, por el contrario, como seres buenos y bellos de la creación, hay que apoyarlas en sus empresas, en su lucha con equilibrio y sin llegar a los excesos. jjesusvah@hotmail.com
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