POR VEREDAS DE LA BAJA CALIFORNIA

POR VEREDAS DE LA BAJA CALIFORNIA
Lic. José de Jesús Vázquez Hernández

Después de recorrer algunos caminos de la Baja California Norte, en los que incluyo Tijuana, Rosarito, Ensenada y el nuevo pueblo mágico de Tecate en los días previos y posteriores a las friolentas celebraciones del año nuevo al paso por estas ciudades en unas vacaciones confortables, puedo decirles que la vida continúa con una nueva esperanza y que el sol seguirá dando luz y calor a nuestros corazones.

Este trayecto que inicia desde el aeropuerto vía Guadalajara, Tijuana, con la revisión excesiva acostumbrada, en la que no se puede llevar una botella de tequila en el equipaje de mano, ni algunos otros objetos que para ellos pueden resultar peligrosos, aunque no tanto como el sabroso fluido del tequila, producto afamado de nuestra tierra jalisciense.
A través de estas, importantes ciudades, considero a este progresista estado en pleno desarrollo, socioeconómico, cultural y agrícola con su famosa ruta del vino, sus modernas carreteras, amplias avenidas, con fluidez de tráfico y sin congestionamiento vial, tal vez ayudado un poco por las vacaciones de los estudiantes y desde luego sus concurridas, modernas y numerosas plazas comerciales.

Tanto la ciudad de Tijuana, ciudad fronteriza, con sus claros obscuros, dejó de ser aquella ciudad de paso hacia la búsqueda del “sueño americano”, ahora es una metrópoli con sus éxitos y limitaciones, con sus numerosas industrias que da empleo a miles de obreros, a la para de sus múltiples carencias como todas las ciudades de México.
En cuanto a la ciudad de Rosarito, de paso de Tijuana a Ensenada, atractiva por sus amplias y limpias playas, aunque muy frías, en particular en esta temporada, no obstante atraen a los turistas a visitarlas, reposando en sus cómodos hoteles, antes de llegar a la portuaria ciudad de Ensenada, con sus viñedos y famosa ruta del vino.
De Tecate, ciudad recientemente nombrada (20 de diciembre/2012) “pueblo mágico”, apoyado en su riqueza cultural e histórica con sus leyendas, pinturas rupestres de Vallecitos, edificios históricos, su campo “Alaska” consistente en un antiguo cuartel que formaba parte de la ruta rural del Estado, aunado a su famosa cervecería Tecate, a la que se impone hacer un recorrido por sus instalaciones.

Otros de sus atractivos consisten en sus numerosos balnearios, su rica comida preparada en múltiples restaurantes, además cuenta con su garita donde cruzan gran número de personas todos los días, y qué decir de la vía, Tecate la Rumorosa por la que transita gran flujo de vehículos admirando o temiendo sus profundidades y peligros que la misma encierra.
El hecho de ser un pueblo mágico, trae consigo mayor promoción, con más recursos tanto estatales como federales, al igual que por sus atractivos es un potencial de retiro, como lo es tal vez Chapala y Ajijic para Guadalajara y Cuernavaca para el Distrito Federal, así lo puede ser Tecate para Tijuana.
Después de este recorrido turístico, solo me resta, desearles a mis sufridos lectores un feliz año nuevo y su mejor actitud para mejorar su vida. jjesusvah@hotmail.com
Enero 2/201