Por Carlos Neri Torres
Era casi al terminar el Marathón que se había esperado este sábado en Playas de Tijuana, ya habían los chiquitines dado su mejor esfuerzo así como los jóvenes en velocidad pero al casi finalizar y luego de haber llegado los primeros 15 finalistas salieron dos perros de un bar a media cuadra y asustaron a un deportista al salir al paso, un tipo pastor alemán con su identificación metálica colgando del collar, y otro de la misma edad adultos los dos caninos.
Luego de lo sucedido uno de los coordinadores al ver el peligro que se latia en los próximos marathonistas al pasar de nuevo por el mismo lugar trataron como es su deber evitar algo peor, y quiso patear a estos caninos para alejarlos de allí pero salieron al parecer dos de los gorilas del bar situado a media cuadra, más bravos que los caninos, amedrentándolos. los coordinadores pidieron la mediación de un elemto de policia y todo se aclaro. El perro era de una señora que estaba en ese momento en el bar sin cadena... bajando la acalorada plática de los gorilas del bar.
Aquí lo que si quedo claro es que los del bar se sienten dueños de la calle y que no saben o no les interesa saber, que hay una responsabilidad por daños de un perro suelto aunque sea del dueño del bar. Esto dejó a un maratonista asustado. Y sobre todo nos damos cuenta que estamos en un pueblo bicicletero que el reglamento es una ley muerta. Y que en los bares no siempre hay gente amable y responsable.
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