José de Jesús
Vázquez Hernández
Hace unos días recibí un gran regalo, un libro que lleva por
título precisamente El adulto mayor, un ensayo en el que su autor, el doctor
Silviano Hernández González, trata todo lo relacionado con lo biológico,
psicológico, social y económico sobre la última etapa de la vida del adulto
mayor, conocido también como, anciano, viejo, o de la tercera edad.
Este valioso documento consta de siete fascículos y en cada
uno de ellos nos presenta diferentes retos a los que se tendrá que enfrentar en
algún momento de la vida una persona que tenga el privilegio de llegar a ella,
pues una gran parte de la humanidad es frustrada por la mano del hombre y las
que superan esta etapa, ineludiblemente nacen, crecen, se desarrollan y
mueren.
En el primer fascículo nos ilustra con las generalidades, en
el que nos hace ver que la sociedad no estima la problemática de los adultos
mayores, sus necesidades y urgencias, ni las soluciones que hay que aplicar en
aspectos legislativos, económicos y culturales y señala que trata de analizar
como grupo, sus virtudes y sufrimientos para aportar soluciones a sus
problemas.
Describe esta etapa de la vejez como un proceso natural que
inicia cuando la persona llega a su plenitud biológica, de paulatina y
constante disminución física y fisiológica orgánica y sistemática, con
proclividad a la enfermedad, con cambios anatómicos, fisiológicos, psíquicos y
sociales, pero insiste en que no sufre merma intelectual, siempre y cuando se
mantenga activo.
La tercera edad es el otoño de la vida y el adulto mayor es
percibido en el mundo de diferente
manera, unos lo consideran un estorbo que debe ser atendido en un asilo; otros
lo toman como un símbolo y fuente de sabiduría, merecedor de respeto y
admiración, y no falta quien lo considere una figura de amor ancestral,
ascendiente y aglutinante afectivo.
Considera que la tercera edad es reflexiva, simple, sin vanas
ilusiones, ni pasiones, el adulto mayor ha percibido la nadez, el oropel y la facha de lo que atrás queda, es un vidente
del futuro, que sabe, cree y espera; esta etapa acerca a Dios, permite ver en
lontananza con claridad y profundidad el infinito, el leve inicio de la
desmaterialización.
Nos habla de los avances de la medicina, de la gerontología,
geriatría, de cómo y cuándo se fueron conformando estos estudios y considera
que es una oportunidad para ser feliz, pues llegar a la vejez posibilita como en
ninguna otra edad obtener la felicidad, que se puede lograr en este mundo,
siempre y cuando se acepte, pues sucede lo contrario si no se acepta.
El autor, originario de Tepatitlán, Jalisco, es doctor en
Educación por la Universidad de Houston; con maestría en Biología de la
Reproducción, en Buenos Aires, Argentina; Oftalmopediatra, Hospital Infantil de
México y médico cirujano por la Universidad Autónoma de Guadalajara, entre
otros muchos logros y reconocimientos muy merecidos.
Considero muy valioso este documento que debería estar como
libro de cabecera en cada espacio donde se encuentre un adulto mayor por lo
temas que trata y las enseñanzas que sin duda tienden a orientar a quienes se
acercan o ya viven el otoño de la vida y seguramente también a quienes dedican
parte de su vida a atender las necesidades de este numeroso sector.
Marzo 7/2014