DESPUÉS DEL JEFE DIEGO ¿QUÉ?
José de Jesús Vázquez Hernández
Suele decirse cuando una gran pena invade a una persona o familia, que no se le desea a nadie, ni al peor enemigo, es el caso del Jefe Diego, cuya desaparición no solo ha lastimado a su familia, sino a sus amigos, a su partido, a su país y a quienes hizo un servicio o les llevó algún asunto, y estoy seguro que hasta sus enemigos lo desean más vivo que muerto.
Esta clase de sucesos y que suelen darse en los diferentes niveles de la sociedad, aunque el presente caso tiene una especial relevancia dada la influencia y la relación del Jefe Diego con las altas autoridades, se prestan para especular, para hablar, para comentar, para escribir por su transcendencia y afectación en la vida pública y política del país.
Mucho se ha especulado alrededor de su polémica personalidad, por intervención en resonados negocios, en su actuar dentro de la política y el gobierno, cuando se pensaba que iba a ser el primero en ocupar la presidencia de la República, sin ser del Partido Revolucionario Institucional PRI, después de aquel debate presidencial con Cuauhtémoc Cárdenas y Ernesto Zedillo, sin motivo aparente se pierde en la campaña y es derrotado en la elección.
Las causas no las sabemos, pero ya se comentaba de algunas amenazas del crimen organizado, y el tiempo pasó y aparentemente el Jefe Diego se alejó formalmente de la política, pero influía en ella y su nombre no dejaba de dar de que hablar.
Ahora, después de la noche del viernes 14 por la noche que fue desaparecido de su rancho de descanso, ubicado en el estado de Querétaro, las cosas han cambiado, por falta de una información transparente y oportuna, se especula bastante del asunto, del porqué, cómo, quién o quienes fueron los que intervinieron en su desaparición.
A pesar de que hay varios casos pendientes por aclarar la desaparición de ciudadanos mexicanos iguales ante la ley, a este se le ha dado un tratamiento especial, desde la presidencia de la República el presidente Felipe Calderón ha ordenado a todos los jefes de seguridad nacional intervenir para aclarar su desaparición.
Mientras ellos investigan, el pueblo opina, especula y se pregunta si se trata de un secuestro, de algún enemigo herido, de una venganza, de un mensaje mediático del crimen organizado en protesta por el combate llevado en su contra, no importa de donde se origine su desaparición, el daño es el mismo.
Ahora después del Jefe Diego, qué sigue? elevar preces al Creador para que termine con bien esta pesadilla que sufre su familia y afecta al pueblo de México, deseamos volverlo a ver con su barba larga, recorrer nuevamente la carretera del amor, esa ruta entre Tepatitlán, Capilla de Guadalupe, San Ignacio y Arandas, que gracias a su amor que se encontró en esa región de los Altos de Jalisco, ayudó con sus recursos para que se terminara su construcción, ahora convertida en una importante realidad. jjesusvah@hotmail.com
