Por Carlos Neri Torres
La ciudad de los palacios como se llamó por décadas a la ciudad de México tiene una deuda con el pueblo, el progreso y la riqueza solo pasa por "Los Pinos" y al pueblo aún no todos disfrutan del auto y menos del Internet que se aleja cada día más del pueblo migrante.
En el camino de la vida, algunos viajan en auto del año, otros solitarios buscando su Dios, vagan sin destino, cargando en su carreta, una forma de vivir o sus recuerdos que le ayudan a entender su suerte, ante el trafico vehicular de sus calles, su silueta contrasta con su atuendo, cansada bajo la compañía del sol cuya cobija ilumina también su camino.
ya pocos notarán su lento paso, por estas calles en que los Aztecas fueros esclavizados por 300 años en que perdieron su poderío y el provinciano de hoy conoce su pasado y revive su historia.
La ciudad de los palacios como se llamó por décadas a la ciudad de México tiene una deuda con el pueblo, el progreso y la riqueza solo pasa por "Los Pinos" y al pueblo aún no todos disfrutan del auto y menos del Internet que se aleja cada día más del pueblo migrante.
En el camino de la vida, algunos viajan en auto del año, otros solitarios buscando su Dios, vagan sin destino, cargando en su carreta, una forma de vivir o sus recuerdos que le ayudan a entender su suerte, ante el trafico vehicular de sus calles, su silueta contrasta con su atuendo, cansada bajo la compañía del sol cuya cobija ilumina también su camino.
ya pocos notarán su lento paso, por estas calles en que los Aztecas fueros esclavizados por 300 años en que perdieron su poderío y el provinciano de hoy conoce su pasado y revive su historia.
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