José de Jesús Vázquez Hernández
En este mes de septiembre, de celebraciones a la patria y festejos a San Miguel Arcángel, surge la ruptura de
López Obrador con los partidos de izquierda, que me inducen, valga la
expresión, a imaginarme la lucha entre San Miguel y el diablo como
suelen representarlo las imágenes en algunos templos, pues así parece la
relación de AMLO como el bueno, contra los malos.
En este contexto López Obrador, plantea la posibilidad de convertir su Movimiento de Regeneración Nacional
MORENA en un nuevo partido político, cuando la sociedad, más que
partidos políticos, que ya son bastantes, quisiera reducirlos por el
alto costo que representan y los pocos resultados hacia el bienestar
general.
Sin embargo, él está en su derecho de seguir como asociación o convertirla en partido, según lo plantea el artículo noveno constitucional al afirmar que “No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito…” la moneda está en el aire.
En
caso de seguir el camino andado como asociación parece estar más ligado
a las necesidades de la gente y se muestra más crítico ante las
diferentes acciones de las instituciones gubernamentales, reflejando su
inconformidad una sensación de que hay en el imaginario colectivo
alguien que nos defiende.
Por el contrario, al convertirse en partido, tendrá que acatar las normas que implica la conversión en partido y que él es renuente en digerirlas, y más para asumirlas,
aunque la ley impone reglas rígidas y reduce la puerta para su ingreso,
sin embargo en cuanto a requisitos y posibilidades puede tenerlo todo a
su alcance, pero tendrá que luchar contra la voluntad de las mismas
autoridades y de algunos partidos, posiblemente con menos recursos públicos.
Como
analista y con la debida sensatez de las huestes que lo apoyan,
tendrán ahora que tomar la mejor decisión para bien del gran número de
seguidores y adeptos que ven en su persona un líder que tiene las
propuestas más claras para reducir los problemas que ahora enfrenta
México.
Ahora que
viene un cambio de gobierno y las aguas se mueven dentro y fuera de las
diferentes áreas gubernamentales, se requiere de mayor congruencia
entre lo que se dice y lo que se hace, hay asuntos importantes
pendientes a resolver como las reformas para la seguridad, el trabajo,
la protección a los derechos humanos y periodistas, de transparencia y rendición de cuentas, combate a la corrupción etc. etc.
Ante
los embates que nos amenazan, el pueblo desea vivir en paz, salir de
esa prisión en que se han convertido hogares y negocios, que se gaste
menos en burocracia, que haya menos diputados y senadores, menos
intermediarios y sobre todo que sus sueldos sean acordes a las
necesidades del país y a los resultados de su trabajo.
Ya
sea como MORENA o como partido, lo que sí es prudente esperar que siga
siendo un contrapeso a los señalamientos de las malas decisiones y
acciones de los gobiernos que velan más por sus propios intereses, que
por los de sus representados
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