José de Jesús Vázquez Hernández
José Luis, uno de los líderes más carismáticos que lucharon incansablemente por la municipalización de San Ignacio Cerro Gordo, fue despedido solemnemente con los protocolos de ley este 2 de marzo, por las autoridades del Ayuntamiento encabezadas por el presidente municipal Cleofas Orozco Orozco y la participación de representantes regionales, familiares, amigos y gran cantidad de pobladores.
Después de librar una penosa enfermedad, José Luis, conocido también como El Güero, solo se nos adelantó unos pasos a los 56 años de vida dedicada en su mayor parte al servicio público primero como recaudador de rentas, después como coordinador del Comité por un Nuevo Municipio, donde logró amalgamar una gran fuerza encausada hacia el objetivo de la municipalización.
Lo recuerdo caminando por los pasillos del Congreso del Estado que frecuentó constantemente en varias ocasiones, casi siempre acompañado por un grupo de personas donde no faltaba Ramiro Hernández, invidente, pero con una percepción única que veía lo que nosotros no veíamos y de allí realizaba varias visitas a otras dependencias relacionadas para informar e informarse de los avances realizados.
En esos recorridos acostumbraba realizar una visita al Instituto de Estudios del Federalismo ubicado allí por la Plaza Tapatía a espaldas del teatro Degollado, donde yo trabajaba y mientras esperaba al licenciado Pedro Vargas Ávalos, en ese tiempo su director, aprovechaba la oportunidad para comentarnos sus planes y los proyectos a realizar.
Eso hizo que además de contribuir con algunas orientaciones, me involucrara físicamente en algunas visitas y sobre todo en las marchas y manifestaciones que sus pobladores tuvieron que efectuar, además de mis colaboraciones periodísticas publicadas en EL OCCIDENTAL y en otros medios que ayudaron a concientizar en algo el proyecto de la municipalización.
En ese proceso de luces y sombras, recibió elogios, pero también hubo tropiezos, que con diálogo se lograron resolver parcialmente; ya en las elecciones luchó incansablemente en las diferentes campañas con su planilla por la presidencia, logrando solo desempeñarse como regidor en varias administraciones, de donde partió para ocupar su sitio dentro de la vida histórica del terruño.
Son insondables los senderos del Creador, pero considero que con su muerte ganó la vida, sus obras y su trayectoria como ciudadano, líder nato, luchador social, diseñador del escudo del municipio, como padre hijo y hermano, quedó marcado en la solemne despedida realizada en la plaza principal de la población, donde una gran cantidad de personas le brindó un caluroso y prolongado aplauso. Que descanse en paz.
Marzo 5/2016
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