Nada Personal…
Por: Jorge Escobedo/Noticiasdesdetijuana
Corralones de autos
Nido propicio para mafias.
El tema en esta ocasión es realmente escabroso, lo que mas bien podría haberse titulado “destapando la cloaca”, sobretodo cuando viene de aquellos que han pasado por esta triste experiencia, el de peregrinar por todas las dependencias de gobierno municipal para “suplicar” a más de un funcionario ya los departamentos de Concesiones y Corralones para la devolución de un vehículo o bien en la Dirección de Inspección y Verificación para den
unciar tanta corruptela y nepotismo que ahí prevalece.
Aunque del segundo tema ya habrá ocasión para tratar con pelos y señas, como dice mi colega Ramiro, “si digo que la mula es parda, es porque tengo los pelos en la mano”, y es que en Reglamentos, donde nomás los chicharrones de Gustavo Lemus Torres truenan, es como una pústula, por dondequiera brota purulencia.
Porque a decir verdad, luego de ir y venir por todo palacio municipal, de oficina en oficina, haciendo tediosas filas para ser atendidos (Imagen 1), uno llega pensar que podrían estar involucrados en negocios turbios, funcionarios, empleados, policías y hasta compañías aseguradoras, e incluso, servidores públicos.
Corrupción, robo de autopartes, chantaje, extorsión, son tan solo algunos de los delitos que se esconden detrás de algunos corralones que operan en diferentes partes de la ciudad, de quienes mas de un mal pensado cree que uno que otro funcionario presumiblemente está siendo solapado por las autorida
des municipales, e incluso, implicado en turbios manejos.
Para nadie es un secreto que se trata de una mafia en la que amañados con funcionarios y/o empleados de la administración que preside Jorge Ramos Hernández bien podrían estar involucrados también uno que otro trabajador de compañías aseguradoras, policías y otros servidores públicos, o como se explica que empleados de las barandillas de las delegaciones sean los que realicen los trámites. De ahí la interrogante ¿Y las denuncias que se levantan Sindicatura qué?
Y no es por nada pero a diario surgen inconformidades por parte de la ciudadanía que han sido “usuarios” de los corralones, derivado de los que han sido detenidos por parte de alguna corporación policíaca, tanto municipales, estatales o federales; pues alegan irregularidades en el trámite y abusos en la estancia, ya que existe una cadena de custodia en los carros que los ponen a disposición las autoridades.
Diversas personas que han tenido este tipo de experiencia hacen mención, que comúnmente al momento que una persona es detenida, por cualquier tipo de accidente debido a la situación de crisis, la presión, miedo en ese momento o peor aún si alguien se encuentra lesionado o en estado de ebriedad, es casi imposible de alegar o verificar cómo se encontraba el automóvil.
Los afectados coincidieron. Supuestamente los agentes de la policía, en contubernio con los grueros que llegan como por arte de magia, sin contar con una fe que debería dar el Juez Municipal realiza el inventario, por lo que cuando van por la unidad al corralón, además de tener que pagar los días de estancia, maniobras más el arrastre, se encuentra uno con que al automotor le hace falta la carátula, los espejos laterales o bien alguna pieza mecánica, en ocasiones hasta les cambian las llantas o la batería etcétera, o alguna pertenencia que hayas olvidado de plano ya no te la regresan. (Imagen 2)
Los corralones, en su mayoría, se encuentran convertidos en panteones de vehículos, sobrepuestos unos con otros; chatarras reducidas sólo a hierros oxidados lo que los convierten en auténticos focos de infección, lo que incumbe a Cesar Gabriel Guevara Arrizaga como responsable de Concesiones y Corralones.
Estos lugares simulan un verdaderos deshuesaderos, porque las personas han abandonado sus carros en los diferentes corralones del estado en muchas de las ocasiones porque tienen que pagar miles de pesos por la estancia en lo que mas bien son “deshuesaderos”.
Otro de los problemas a los que se enfrenta en estos espacios, es que muchos automovilistas nunca regresan por el vehículo, lo que ha originado sobrecupo, es por eso que “las licitaciones” se han convertido en una solución más redituable para quienes obviamente están involucrados en estos jugosos negocios luego de ser quemadas dichas unidades motrices, obviamente, para borrar evidencias, como le dijeron textualmente a mi colega Ramiro.
Una buena sugerencia al señor Síndico Procurador Lic. Héctor Magaña Mosqueda, para evitar los robos de autopartes dentro de los mismos corralones sería el de un mayor control en Concesiones y Corralones como la instancia correspondiente o, en su caso, crear una Comisión especializada en el tema, donde se pueda exigir a los dueños de los corralones un mejor sistema de seguridad para las unidades motrices infractoras, como por ejemplo la instalación de cámaras de movimiento y de luz infrarroja para que éstos puedan ser monitoreados las 24 horas y así inhibir el saqueo, a fin de evitar suspicacias pero, que quede bien claro… no es Nada Personal… Hasta una próxima ocasión Dios mediante.
Corralones de autos
Nido propicio para mafias.
El tema en esta ocasión es realmente escabroso, lo que mas bien podría haberse titulado “destapando la cloaca”, sobretodo cuando viene de aquellos que han pasado por esta triste experiencia, el de peregrinar por todas las dependencias de gobierno municipal para “suplicar” a más de un funcionario ya los departamentos de Concesiones y Corralones para la devolución de un vehículo o bien en la Dirección de Inspección y Verificación para den
unciar tanta corruptela y nepotismo que ahí prevalece.Aunque del segundo tema ya habrá ocasión para tratar con pelos y señas, como dice mi colega Ramiro, “si digo que la mula es parda, es porque tengo los pelos en la mano”, y es que en Reglamentos, donde nomás los chicharrones de Gustavo Lemus Torres truenan, es como una pústula, por dondequiera brota purulencia.
Porque a decir verdad, luego de ir y venir por todo palacio municipal, de oficina en oficina, haciendo tediosas filas para ser atendidos (Imagen 1), uno llega pensar que podrían estar involucrados en negocios turbios, funcionarios, empleados, policías y hasta compañías aseguradoras, e incluso, servidores públicos.
Corrupción, robo de autopartes, chantaje, extorsión, son tan solo algunos de los delitos que se esconden detrás de algunos corralones que operan en diferentes partes de la ciudad, de quienes mas de un mal pensado cree que uno que otro funcionario presumiblemente está siendo solapado por las autorida
des municipales, e incluso, implicado en turbios manejos.Para nadie es un secreto que se trata de una mafia en la que amañados con funcionarios y/o empleados de la administración que preside Jorge Ramos Hernández bien podrían estar involucrados también uno que otro trabajador de compañías aseguradoras, policías y otros servidores públicos, o como se explica que empleados de las barandillas de las delegaciones sean los que realicen los trámites. De ahí la interrogante ¿Y las denuncias que se levantan Sindicatura qué?
Y no es por nada pero a diario surgen inconformidades por parte de la ciudadanía que han sido “usuarios” de los corralones, derivado de los que han sido detenidos por parte de alguna corporación policíaca, tanto municipales, estatales o federales; pues alegan irregularidades en el trámite y abusos en la estancia, ya que existe una cadena de custodia en los carros que los ponen a disposición las autoridades.
Diversas personas que han tenido este tipo de experiencia hacen mención, que comúnmente al momento que una persona es detenida, por cualquier tipo de accidente debido a la situación de crisis, la presión, miedo en ese momento o peor aún si alguien se encuentra lesionado o en estado de ebriedad, es casi imposible de alegar o verificar cómo se encontraba el automóvil.
Los afectados coincidieron. Supuestamente los agentes de la policía, en contubernio con los grueros que llegan como por arte de magia, sin contar con una fe que debería dar el Juez Municipal realiza el inventario, por lo que cuando van por la unidad al corralón, además de tener que pagar los días de estancia, maniobras más el arrastre, se encuentra uno con que al automotor le hace falta la carátula, los espejos laterales o bien alguna pieza mecánica, en ocasiones hasta les cambian las llantas o la batería etcétera, o alguna pertenencia que hayas olvidado de plano ya no te la regresan. (Imagen 2)
Los corralones, en su mayoría, se encuentran convertidos en panteones de vehículos, sobrepuestos unos con otros; chatarras reducidas sólo a hierros oxidados lo que los convierten en auténticos focos de infección, lo que incumbe a Cesar Gabriel Guevara Arrizaga como responsable de Concesiones y Corralones.
Estos lugares simulan un verdaderos deshuesaderos, porque las personas han abandonado sus carros en los diferentes corralones del estado en muchas de las ocasiones porque tienen que pagar miles de pesos por la estancia en lo que mas bien son “deshuesaderos”.
Otro de los problemas a los que se enfrenta en estos espacios, es que muchos automovilistas nunca regresan por el vehículo, lo que ha originado sobrecupo, es por eso que “las licitaciones” se han convertido en una solución más redituable para quienes obviamente están involucrados en estos jugosos negocios luego de ser quemadas dichas unidades motrices, obviamente, para borrar evidencias, como le dijeron textualmente a mi colega Ramiro.
Una buena sugerencia al señor Síndico Procurador Lic. Héctor Magaña Mosqueda, para evitar los robos de autopartes dentro de los mismos corralones sería el de un mayor control en Concesiones y Corralones como la instancia correspondiente o, en su caso, crear una Comisión especializada en el tema, donde se pueda exigir a los dueños de los corralones un mejor sistema de seguridad para las unidades motrices infractoras, como por ejemplo la instalación de cámaras de movimiento y de luz infrarroja para que éstos puedan ser monitoreados las 24 horas y así inhibir el saqueo, a fin de evitar suspicacias pero, que quede bien claro… no es Nada Personal… Hasta una próxima ocasión Dios mediante.
