TEMA DE ESTUDIO
MANIFESTACIONES RIJOSAS
José de Jesús Vázquez Hernández
El pasado fin de semana, coincidentemente en la toma de protesta del nuevo presidente Enrique Peña Nieto, se efectuaron manifestaciones rijosas con graves consecuencias tanto en la ciudad de México, como en Guadalajara, afortunadamente disuelta ésta en las proximidades de la Feria Internacional del Libro.
Estas manifestaciones, al parecer fueron organizadas por el movimiento, “Yo soy 132” integrado por aquel grupo de jóvenes inconformes con la visita del nuevo presidente a su universidad, cuando estaba en campaña, movimiento que en sus inicios mantuvo ecuanimidad en sus protestas.
Sin embargo, estas últimas manifestaciones fueron diferentes por los excesos, pues en un arrebato de anarquía, algunos de ellos o infiltrados, cometieron actos de vandalismo y daño en las personas y en las cosas, como se observó en los medios que le dieron difusión en vivo y en posteriores informaciones.
Cobijados por el anonimato y hasta en la impunidad, aprovechan para manifestar sus inquietudes, frustraciones y penurias, originadas seguramente un gobierno, por unos padres, o una sociedad obtusa y cerrada a los signos de los tiempos, que poco hace, no en remediar los males, sino en evitar la causa que los provoca.
A pesar de ser un derecho la libertad de expresión y manifestación de las ideas, el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito, salvaguardados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no es un derecho absoluto y anárquico, por el contrario tiene sus limitaciones cuando se agrede la vida privada, la moral, la paz pública, que no se profieran injurias, ni se haga uso de amenazas, derechos y limitaciones que cada vez se llevan más al extremo.
En los tiempos actuales, parece que el valor de la tolerancia cada vez se toma menos en cuenta, no nos toleramos como somos, hay una expresión de irritabilidad que se expresa en nuestro constante actuar, un fenómeno causante de stress, y de graves enfermedades que afectan a las personas en sus diferentes niveles.
Estas expresiones son como la guerra, donde nadie gana y todos pierden, por los graves daños materializados en vidas y en bienes y las futuras consecuencias, así suele pasar en estas manifestaciones, en las que varios o pocos cometen actos de vandalismo, destrucción de inmuebles y saqueo de comercios, acciones que se divulgan a través de los medios al instante por todos los medios, causando además de los daños cuantificados en moneda, la consiguiente mala fama y desprestigio para el país, que se precia de turístico y hospitalario.
Estos son los efectos, de algo que pasa, de un caldo propicio para la inconformidad, ¿pero cuál es su origen? Como decía Cantinflas, allí está el detalle, tal vez no un problema, sino multitud de problemas a la vez que haya que solucionar con una mejor educación, más seguridad, menos desigualdad en los ingresos, menos corrupción, mayores oportunidades para todos y no solamente para un reducido grupo de personas.
Hay muchas preguntas al respecto, la represión de la policía sería la indicada, los detenidos son los verdaderos culpables o estuvieron en el lugar y en el momento menos oportuno, tal vez la mayor parte de los causantes de estos desmanes se encuentren campantes gozando de impunidad.
Más que combatir los efectos, hay que analizar las cusas y aprovechar las múltiples lecciones que dejan estos acontecimientos. jjesusvah@hotmail.com
Diciembre 5/.
