En este mes de septiembre, se celebra la independencia y vale la pena recordar algunos rasgos del bien recordado padre de la patria el cura de Dolores Miguel Hidalgo y Costilla, quien aceptó encabezar tan difícil y peligrosa empresa, además de haber sido sorprendidos, pues tuvieron que adelantar el proyecto que tenían planeado iniciar según dicen analistas, meses después o en la fiesta de la candelaria de San Juan de los Lagos, Jalisco, que tiene lugar el dos de febrero de cada año en la que se reúne una gran cantidad de personas de todo el país.
Como todos sabemos el cura Hidalgo y su grupo tuvieron que adelantar la fecha para el 16 de septiembre de 1810 pues el gobierno virreinal les descubrió su plan que de acuerdo con la historia la Corregidora doña Josefa Ortiz de Domínguez les informó de la conspiración de Querétaro y del peligro que corrían si no se movían, por lo que decidieron adelantar el levantamiento.
El mérito de este grupo de insurgentes fue iniciar un movimiento que meses después de haber prendido la mecha les costó la vida, no por falta de gente y de apoyo, sino por la falta de preparación de su ejército, pues ya la inconformidad del pueblo había desbordado la tolerancia y las ideas de un gobierno propio habían penetrado todas las clases sociales.
Entre 1810 y 1811 el cura don Miguel Hidalgo y Costilla, había abierto una deslumbrante y rápida ofensiva sobre importantes ciudades que cayeron en su poder; envió jefes que extendieron la revolución de independencia por muchas partes y provocó, en otras, múltiples adhesiones. Hidalgo fue bien recibido por la población de San Pedro, hoy Tlaquepaque, el 25 de noviembre de 1810, y al día siguiente, tuvo una recepción apoteósica en Guadalajara.
Guadalajara le concedió a Hidalgo el título de “Alteza Serenísima” y en esta misma ciudad Hidalgo formó el primer gobierno nacional; además envió a un joven que residía en Ameca llamado Pascasio Ortiz de Letona, con la intención de hacer contacto con los Estados Unidos de América ya que estos, desde 1776, habían alcanzado su independencia y eran un modelo a seguir.
En Palacio Hidalgo reorganizaba su movimiento en comunicación con el Amo Torres, quien propició su entrada a esta ciudad, tiempo en que decretaba la libertad de los esclavos y el goce exclusivo de las tierras de comunidad para los indígenas, quitaba los tributos y la prohibición de tomar bagajes, pasturas y otros objetos de las fincas de los americanos; hacía desaparecer los estancos de la pólvora, de los colorantes para telas y de los naipes, así como el uso del papel sellado.
Uno de sus aciertos, fue sin duda el propiciar la edición de uno de los primeros periódicos, por no decir que el primero por la secuencia de sus siete números, titulado El despertador americano, con el fin de difundir las ideas de la insurgencia el cual estuvo bajo la dirección del cura de Mascota, Francisco Severo Maldonado quien según se dice se ofreció él mismo, un gran pensador y visionario que con sus obras había sembrado las ideas para un mejor futuro y bienestar del pueblo.
Gracias al sacrificio de estos personajes que ofrendaron su vida por una patria mejor, ahora disfrutamos de libertad de expresión y de prensa y hasta de cierta democracia que nos inspira al menos a anunciar y denunciar hechos que consideramos impregnados de corrupción e impunidad. Honor a quien honor merece y que viva México.
Septiembre 7/2019 jjesusvah@hotmail.com
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