José de Jesús Vázquez Hernández
Los gobiernos y las sociedades donde las lacras de la corrupción y de la impunidad son temas, costumbres y prácticas constantes, tienden a desacreditar tanto a las personas como a los gobiernos, donde una gran mayoría de instituciones públicas y privadas utilizan sus funciones y medios que éstas les ofrecen en provecho económico de sus administradores.
Desde luego los pueblos donde más que la aplicación de las leyes, los asuntos se arreglan con la perspectiva de la corrupción, considerando que la impunidad es una de las causas que originan esta práctica, se convierte en un foco de atención que debe combatirse desde todos los ámbitos y niveles de gobierno si se quiere alcanzar un desarrollo democrático sostenible.
Con la mira puesta en estos temas, se han estado discutiendo reformas en materia de anticorrupción, mismas que seguramente combatirán la impunidad, aplicando el castigo que la ley determina para cada caso, de ser así México como país emergente que trata de dar pasos hacia la democracia y con pleno respeto a los derechos humanos se verá beneficiado.
Nuestro país necesita más que leyes, requiere de una concientización general de gobiernos y sociedad para avanzar hacia la construcción de un México amable, generoso, solidario, libre de impunidad y corrupción, pensando más en el bien común que en el individual, no obstante, el imaginario colectivo a través de las encuestas refleja una realidad imperante poco amable.
Los diputados de Jalisco se han sumado e este sistema de reformas, es más, se han adelantado a analizar las reformas secundarias en materia de anticorrupción, en las que se plantea la eliminación del fuero, las modificaciones a las leyes de Obra Pública y Adquisiciones, la instalación de una fiscalía anticorrupción y la famosa “ley tres de tres”.
Esta ley consiste en hacer públicas las declaraciones de los funcionarios en materia patrimonial, fiscal y de intereses de funcionarios, no obstante, familias de algunos de ellos ya la objetaron, porque según dicen, puede afectar la seguridad de la familia de los involucrados, aunque también deben tomar en cuenta los riesgos que implica el ejercicio de su actividad.
En esta materia hay mucho qué decir y hacer, mientras tanto me parece oportuno traer a colación el pensamiento de El Vate, Ricardo López Méndez expresados al inicio de su poema; México, creo en ti, / Como en el vértice de un juramento. / Tú hueles a tragedia, tierra mía, / Y sin embargo, ríes demasiado, / A caso porque sabes que la risa / Es la envoltura de un dolor callado.
Mayo 28/2016
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