José de Jesús Vázquez Hernández
La semana pasada se manifestaron aquí en Guadalajara miles de personas a favor de la familia y los derechos de los niños, unos calcularon ochenta mil, otros más otros menos, pero era una gran manifestación, que marchó en orden desde la glorieta de la Minerva, hasta el monumento a Niños Héroes de Chapultepec, donde se expresaron mensajes.
Las personas vestían de blanco y en sus manos portaban con globos blancos y azules diferentes, además de cartelones con diferentes consignas donde hacían patente su intención, sin embargo una persona cuando le preguntaron, por qué marchaban en contra del matrimonio entre dos hombres y dos mujeres - ésta simplemente contestó - nosotros no vamos contra nadie, solo estamos a favor de la vida de todos.
Al decir por la vida de todos, incluye estar a favor de la familia tradicional, como siempre ha sido de acuerdo con la naturaleza, por la tutela del matrimonio entre un hombre y una mujer, el derecho de los niños de tener un papá y una mamá, el derecho de la vida desde su concepción hasta la muerte natural, tomando en cuenta el aborto y la eutanasia.
En este contexto la familia tiene derechos que el Estado tiene obligación de tutelar pues la familia es la célula vital de la sociedad, porque es allí donde se viven y transmiten los valores de generación en generación, donde no solo se instruye a los niños, sino que se educan con base en los consejos, pero sobre todo con los ejemplos de los padres, pues los hijos tendemos a imitar costumbres de nuestros padres.
En ese contexto encabezaron el desfile jóvenes con motos modificadas, familias enteras, personas en sillas de ruedas, niños, jóvenes, ancianos, quienes en cartulinas manifestaban su inquietud, como la siguiente: “La mayoría queremos el matrimonio natural” “Hasta los animales se reproducen entre hembra y macho” “Sí al matrimonio entre un hombre y una mujer” “Tengo derecho a papá y mamá” “Sí al derecho de los padres a educar a sus hijos”, entre otros.
Se hicieron presentes contingentes de diferentes ciudades y municipios vecinos como el nuevo municipio de San Ignacio Cerro Gordo, Arandas, Acatic y Tepatitlán, hecho que se prolongó en otras importantes ciudades (25) del país con la misma consigna de solicitar a las autoridades revertir determinaciones que consideran van en contra de lo que la naturaleza otorga.
Considero que el mensaje importante fue expresar públicamente a las autoridades de los diferentes niveles, federal, estatal y municipal, en su ámbito ejecutivo, legislativo y judicial la importancia que tienen las autoridades develar por los intereses de la familia, por el bien común, por los más desprotegidos, por los niños discriminados, abandonados o huérfanos, por los ancianos, por las viudas desprotegidas, por la dignidad de la persona.
Esperemos que estas manifestaciones que tienen como finalidad velar por el bienestar de la familia, para que siga siendo formadora de personas, educadora en la fe, defensora de la vida y comprometida activamente en el desarrollo de una sociedad sana que influya con sus valores al bienestar común de todas las personas que habitamos este hermoso país, no queden en el aire, que aterricen en la realidad.
Julio 31/2015
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