José de Jesús Vázquez Hernández
La Virgen de la Expectación, más conocida como la Virgen de Zapopan, hizo su recorrido hacia su morada, aproximadamente de 7 kilómetros que la separan de la Catedral metropolitana de Guadalajara hacia su basílica, ubicada en Zapopan, acompañada de una pertinaz lluvia y viento fresco, como expresión de gracias otorgadas a favor de sus miles de acompañantes, quienes agradecen y piden, vale de prólogo a los XVI Juegos Panamericanos a punto de iniciar en esta ciudad.
Ni el fenómeno meteorológico “Jova”, ni la inseguridad, ni el temor a la violencia, pudieron evitar el “maratón de la fe”, los ríos de gente que acudieron, a acompañar a la pacificadora del Mixtón, en su mayoría, con sombrillas multicolores, ahora sí en uso de paraguas, que aminoraban el baño seguro que cubrió a los peregrinos que transitaban y danzaban salpicando agua que corría sobre la avenida Alcalde y Ávila Camacho recién pavimentadas para dar la bienvenida a los atletas y a los visitantes de estos juegos.
Desde hace 277 años en que inició esta tradición de la “llevada de la Virgen” como ordinariamente se le llama a esta multitudinaria manifestación de fe, que inició allá por 1734, cuyo recorrido se hacía por la ahora avenida Américas y desde hace sesenta años se viene utilizando la ruta actual, que es más cómoda para los romeros y vendedores, por su amplitud.
En esta ocasión, la intención fue refrendada por el cardenal Juan Sandoval en la homilía de la celebración eucarística, que sirve de culminación de este acto expresivo de fe mariana, fue rogar a Dios y la Virgen pacificadora, que haya paz, no solo en nuestro Estado, sino en México y para eso hay que pacificar nuestro corazón.
El cardenal Bernard Francis Law, arzobispo de Boston, EE.UU. expresó al preguntarle acerca de sus impresiones sobre este acontecimiento de la “llevada de la Virgen”, cuando nos visitó en el 2004: “que este acto era una expresión de fe, que se veía y se tocaba, que debía manifestarse en la construcción de un sociedad más justa, donde no solo lo material es importante, sino también la esperanza en nuestro Señor Jesucristo”.
Este día de la raza, se conmemora el mestizaje dado entre las diferentes razas que cohabitaron el nuevo continente, la que ahora competirá deportivamente con un promedio de 6 mil atletas de 42 países del continente, en 36 deportes, y que por disciplinas, hacen un total de 46 actividades deportivas, entre el 14 y 30 de octubre.
Las mascotas seleccionadas para estos juegos son: Leo, Gavo y Huicha, quienes aparecen ilustrados en diferentes sedes y temas relacionados con esta competencia y que gracias al pueblo de Jalisco, y a sus autoridades, se cumplió, no sin algunos escollos superados, con los requisitos exigidos por los organizadores de los Juegos Panamericanos.
México participará con 644 deportistas, un gran contingente, quienes esperan romper su record de medallas, entre los que veremos a un promedio de 100 Jaliscienses compitiendo en esta contienda, donde se requiere una mente sana en cuerpo sano, que genere paz para concentrarse y obtener así un mejor resultado, a quienes deseamos los mejores éxitos y convertirnos en excelentes anfitriones. jjesusvah@hotmail.com
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