jueves, 18 de noviembre de 2010

A PROPÓSITO DE LA REVOLUCIÓN

TEMA DE ESTUDIO

AGUSTÍN YÁÑEZ, AL FILO DEL AGUA
José de Jesús Vázquez Hernández
Se advierte al inicio de la novela “Al filo del agua”, es una expresión campesina, que significa el momento de iniciarse la lluvia y en sentido figurado muy común, la inminencia o el principio de un suceso. Es así que los hechos que se narran ocurren entre marzo de 1909 hasta unos días después del estallido del movimiento social, encabezado por Francisco I. Madero, donde revela una realidad oprobiosa, comenta su hijo Agustín Yáñez Ramírez.
Emmanuel Carballo, reconocido crítico de la literatura mexicana, explica que esta obra surgió inesperadamente cuando empezaba a escribir la introducción de una novela destinada a Archipiélago de mujeres publicada en 1943, la que trataría de Oriana y precisa que Agustín imaginaba un pueblo de Los Altos durante el conflicto religioso, un pueblo como Jalostotitlán encerrado, de mujeres enlutadas.
Al inicio se advierte que esta historia se desenvuelve “En un lugar del Arzobispado, cuyo nombre no importa recordar”... Sin embargo los estudiosos de su obra concluyen que ese pueblo que él imaginó, se trata de Yahualica, población que él conocía por su relación con su familia y a donde acudía a pasar sus vacaciones.
Carlos Fuentes afirmó, que Azuela nos dio un retrato crítico de la Revolución mexicana, mientras la Revolución ocurría, en tanto que Yáñez con Al filo del agua, (1947) nos señala el fin de la novela llamada de la Revolución, narrando sin paradoja el inicio de la Revolución
Yáñez terminó representando los sucesos de su entorno y otras veces razonaba que todo hecho tiene un valor histórico, que se manifiesta en las formas de expresión literaria y mientras más ahonda un pueblo en sus raíces, mayor es su aliento universal, no cabe duda que don Agustín fue un gran promotor de la cultura nacional, al encontrar en lo nacional el reflejo de lo universal.
Carlos Fuentes afirmó, que Azuela nos dio un retrato crítico de la Revolución mexicana, mientras la Revolución ocurría, en tanto que Yáñez, con Al filo del agua, nos señala el fin de novela llamada de la Revolución, narrando sin paradoja el inicio de la Revolución.
Hay otros escritores que describen hechos revolucionarios, como acontece con el escritor originario de Lagos, Mariano Azuela en su novela Los de abajo, donde describe algunos sucesos acontecidos en la sierra y en una parte de los Altos de Jalisco o bien del duranguense, José Revueltas, en su obra: El Luto humano, escrita en 1943.
Alguna vez dijo que pretendía escribir obras que tuvieran una significación perdurable y que su padre refrendaba frecuentemente “Mi dimensión es la grandeza”. En mi opinión, su expectativa la superó con creces y nos dejó una rica herencia no solo a los jaliscienses, sino a todo México y además a la literatura universal. jjesusva@hotmail.com
Noviembre 17/2010

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