viernes, 19 de febrero de 2010

RESPONZABILIDAD COMO SOBREVIVIENTE DEL HOLOCAUSTO



- Como parte del ciclo Holocausto. Recordemos por siempre

SOBREVIVIENTE DEL HOLOCAUSTO
COMPARTIÓ SU EXPERIENCIA A TRAVÉS DE CHARLA

** El pasado jueves 18 de febrero Peter Katz subrayó en su charla que como sobreviviente
tiene la responsabilidad de dar su testimonio de lo vivido en la Alemania nazi.

Tijuana, B.C.- Peter Katz, uno de los sobrevivientes del Holocausto, compartió su experiencia vivida en este lamentable episodio de la historia, el pasado jueves 18 de febrero en el Centro Cultural Tijuana.

Peter Katz mencionó que los sobrevivientes como él no sienten venganza por lo que hizo Alemania, o por lo que no hizo Polonia, país en el que fueron asesinados más de 4 millones de judíos, únicamente. “Nosotros somos amigos de la humanidad, y no lo vemos con sentimientos de venganza”, expresó.

Destacó que han nacido dos generaciones nuevas en Alemania y Polonia, una juventud que está mejor informada sobre lo que pasó por esfuerzos de los gobiernos tanto del gobierno de Alemania como el de Polonia, y subrayó la buena voluntad de las personas que dieron asilo a los sobrevivientes, siendo México uno de los países que colaboraron en esa tarea humanitaria.

Subrayó que en México, país que dio asilo a muchos de los sobrevivientes, se ha mostrado preocupación por el tema, por lo que no es de extrañar que se celebre el 27 de enero el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, lo que le causa gran satisfacción, ya que representa una oportunidad para realizar actividades como el ciclo que este mes se ofrece en el CECUT, y de esta manera poder compartir con el público su experiencia, lo que considera una responsabilidad como sobreviviente.

Aseguró que es difícil encontrar un adjetivo para un acto que nunca se había visto en toda la historia de la humanidad que costó la vida de 6 millones de judíos, entre los cuales uno y medio eran niños.

Peter Katz sentenció que el holocausto puede repetirse, y que no hay ninguna garantía de lo contrario, que es ante todo una advertencia al mundo de lo que puede suceder si un dictador toma el poder en algún país y hace lo que hicieron los alemanes en 1939.

Katz recordó cuando en Polonia en 1939, en ese entonces con 3.5 millones de habitantes judíos, se abrieron los campos de concentración y se establecieron ghettos donde los judíos fueron aislados para después ser asesinados por los alemanes.

“En 1943, dos años antes de que terminara la guerra, sólo quedaban 30 mil judíos en el ghetto de Varsovia, la capital de Polonia. El ghetto con mayor número de hacinados llegó a tener 450 mil personas encerradas en un espacio de 10 por 20 cuadras. Donde antes vivían 45 mil, había 400 mil”, relató Patz.

Se refirió como uno de los actos heroicos de los judíos el hecho de que al no resignarse a aceptar la suerte que les esperaba, como morir en una cámara de gas y luego ser quemados en hornos crematorios, decidieron levantarse contra el ocupante, para lo cual solicitaron armas a sus patriotas polacos que estaban luchando contra los alemanes.

“Los judíos sabían que no iban a vencer al ejército alemán, pues tanto el número de judíos que se resistieron como el número de armas eran mínimos. Nunca hubo más de 240 jóvenes combatientes, por la simple razón de que la gente estaba hambrienta y desesperada, y sabía que oponerse al ejército alemán no iba a tener ningún resultado político”, dijo.

Katz subrayó que la razón de manifestar resistencia fue otra, “los jóvenes pensaban que si tenían que morir lo harían con las armas en las manos, y así dejarían un mensaje a las futuras generaciones. Hoy los jóvenes judíos del mundo están orgullos de quienes realizaron actos de resistencia. Peter Katz contó también cómo muchos habitantes, desesperados, se lanzaban de los balcones de los edificios a los que los alemanes prendieron fuego.

“Nosotros los sobrevivientes damos las gracias todos los días a Dios por estar con vida. Estuvimos demasiado cerca de la muerte para no apreciar la vida”, dijo Peter Katz.

Katz invitó a la mesa a Salomón Shclosser, otro de los sobrevivientes del Holocausto, quien tenía 15 años cuando esto ocurrió, para contar cómo es que después de haber pasado momentos tan difíciles pudo encontrar fuerzas para vivir: “Primeramente, no permitiendo que el odio se apodere de uno, ya que quien vive con odio ya no vive, está muerto y caminando como una persona sin vida”.

“A los muertos los enterramos y es mejor vivir entre los vivos. Ustedes tienen la suerte de haber nacido en México, yo no tuve tanta, nací en Polonia en un periodo difícil. Los alemanes quisieron eliminarme, y me resistí, y pude salir adelante gracias a los amigos atentos del campo que me dieron algo de comida, españoles, alemanes, polacos, griegos e italianos, y aquí estoy, después de 65 años, y a pesar de todo, todavía puedo hablar con una sonrisa”, manifestó Salomón Shclosser.

Por su parte, Peter Patz compartió que a la edad de 8 años, pudo salir de Viena en un transporte en el que viajaron varios niños gracias a la ayuda de la Cruz Roja Internacional, y al ser cuestionado sobre su experiencia dijo: “Suena muy raro decir esto hoy, pero para mí a esa edad subirme a un tren e ir a otro país era como una aventura. Perdí a mis padres, fueron muertos por los alemanes y reaccioné hasta después de la guerra, cuando ya tenía 15 años”.

Ambos sobrevivientes finalizaron diciendo que ante aquella gente que dice que no existió el Holocausto, la prueba de que sí existió es precisamente el testimonio que ellos puedan dar a través de charlas como la que se llevó a cabo en el CECUT.

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