GUADALUPE REYES

GUADALUPE REYES
José de Jesús Vázquez Hernández
Coloquialmente suele llamarse “Guadalupe Reyes” al espacio de tiempo comprendido entre la festividad del doce de diciembre, en la que se conmemora a la Virgen de Guadalupe y el de la festividad de la Epifanía o de la manifestación del Señor a través de la estrella que guio a los reyes magos al pesebre donde nació Jesús para adorarle y entregarle sus ofrendas.
A este período se acostumbra definirlo como un largo puente, pero que transcurre rápidamente por las celebraciones tradicionales de las posadas, cuando la ciudad se llena de luces, de nacimientos y no faltan los árboles navideños, tiempo en que los corazones rebosan de alegría y los niños recobran la esperanza, aunque sea por recibir un regalo de su agrado y los buenos deseos permean por doquier y qué decir del año nuevo, momento en que los propósitos y los buenos deseos brotan a raudales.
Entre la algarabía que producen los aguinaldos que reciben los trabajadores, entre el gusto que arroja la borrachera, llega de repente la fiesta de reyes y con ella al final de esta etapa, la cruda… realidad que hay que enfrentar de nuevo, más devaluación, más impuestos, con trabajo mal pagado, si es que lo tiene, y un sueldo que no cubre las necesidades elementales de una familia como lo establece la constitución.
Políticamente hablando también pasan cosas importantes para unos y menos para otros, aprobación de normas y leyes de ingresos y egresos, aumento y creación de fuentes de beneficios para grupos reducidos de gobernantes que con su actitud empobrecen aun más a la población.
En este año, inicia un nuevo período para los Ayuntamientos de los 125 municipios del estado de Jalisco, y a la mayoría de los salientes les faltó transparencia en la entrega de su administración a los entrantes, apenas estaban aprendiendo a gobernar, cuando se les acabó el tiempo, pero no falta quien se acomode en la siguiente ya con mayor experiencia o tal vez pronto se apruebe la reelección como premio a su gestión.
Terminó el año viejo en medio de una lucha entre el gobierno federal y el ejército en contra del narco, que arroja un saldo de muertes de ciudadanos implicados y no implicados, de desacuerdos entre las diferentes corrientes de opinión que aprobaron en medio de la polémica el “matrimonio”, de dos personas sin importar el sexo, contraviniendo la definición tradicional que arropan tanto los diccionarios como los diferentes códigos civiles y diferentes iglesias, al definir el matrimonio como “la unión de un hombre y una mujer”.
Así pues, entre el ruido de la fiesta, muchas cosas pasaron, unas para bien y otras sin duda para mal, pero ahora solo nos resta no perder la esperanza en un año donde se practiquen los buenos propósitos, reine la armonía, la concordia, la tolerancia y disminuya la inseguridad, la corrupción y la impunidad y el bienestar llegue a todos los mexicanos. jjesusvah@hotmail.com