jueves, 24 de septiembre de 2009

CUESTIONA RUIZ BARRAZA EL SIGNIFICADO DE LA CONSUMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA



** El rector de la Universidad de Tijuana asegura que la lucha de Hidalgo y Morelos fue por eliminar
los privilegios forjados durante la época colonial, mientras que Iturbide pactó para prolongarlos.

Tijuana, B.C.- Por su contenido, la lucha por la independencia mexicana fue la primera revolución social del siglo XIX en el mundo, aseguró el rector de la Universidad de Tijuana, Jesús Ruiz Barraza, durante su conferencia “Independencia, ¿revolución o restauración?”, ofrecida este jueves 24 en el vestíbulo de El Cubo del Centro Cultural Tijuana como parte del Festival de la Ciudad Interzona 2009.

El profesor Ruiz Barraza cuestionó con firmeza el significado de lo que se considera la consumación de la Independencia en México, que la mayoría de los historiadores ubica en 1821 con la Conjura de la Profesa, el plan que dio origen al Ejército Trigarante, lo que en su opinión es erróneo, porque lejos de triunfar los planteamientos insurgentes se trató de un intento de restauración de los privilegios del viejo régimen colonial contra los cuales habían luchado Hidalgo, Morelos y Guadalupe Victoria.

Antes de que el profesor Ruiz Barraza ofreciera su charla ante un auditorio que siguió con atención sus palabras, el director general del CECUT, Virgilio Muñoz, le dio la bienvenida, al tiempo que agradeció al Festival Interzona haber convocado a uno de los personajes cuyas contribuciones a la educación en Baja California han sido decisivas.

Tras destacar su papel al frente de la Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas”, el director general del CECUT se refirió a Ruiz Barraza como “forjador de instituciones” en alusión a su labor como fundador de la Universidad de Tijuana, que a la fecha ha extendido su presencia no sólo a los cinco municipios de Baja California, sino a los estados de Sonora, Sinaloa y Baja California Sur.

A su vez, el director del Festival Interzona 2009, Leobardo Sarabia Quiroz, subrayó la importancia de que se vaya más allá de los cánones establecidos y se introduzcan en el debate público perspectivas analíticas que revaloren nuestro pasado; ante la inminencia de la celebración del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, dijo, urge hacer un repaso crítico que ayude a comprender los procesos fundamentales de la historia nacional.

En su conferencia, el profesor Ruiz Barraza describió un proceso histórico que fue de la Ilustración, con el ascenso a la corona española de Carlos III, a la promulgación de la Constitución de Cádiz, de corte liberal, a la lucha por la independencia que, a su juicio, marcó el inicio de una revuelta en contra de los privilegios que había consolidado el régimen colonial.

En su opinión, la Constitución de Cádiz acotó los privilegios acumulados por los encomenderos y la Iglesia, abolió los tributos indígenas, concedió la ciudadanía española de todos los grupos étnicos y reconoció la libertad de prensa, entre otros puntos de avanzada. No obstante, con la restauración del viejo autoritarismo español se echaron por la borda esas conquistas sociales.

Ruiz Barraza citó las palabras de Octavio Paz, quien advirtió que mientras los territorios conquistados por los ingleses en América nacieron con la Reforma (luterana), las extensiones que cayeron en poder de España y Portugal nacieron con la Contrarreforma, lo que robusteció el régimen de privilegios.

Esos mismos privilegios fueron los que en 1821 se volvieron a imponer, debido a que los militares criollos se propusieron prolongar su dominación, aun si para ello tenían que separarse de España, dijo Ruiz Barraza al señalar que a diferencia de otros países donde la lucha de independencia dio origen a enfrentamientos entre los criollos y las clases privilegiadas del régimen colonial, en México la lucha convocada por Hidalgo desató enormes fuerzas populares que le otorgaron contenido social al movimiento de independencia.

No es casual que durante el breve tiempo que Hidalgo estuvo al frente del ejército insurgente haya decretado medidas de clara reivindicación social, como la abolición de la esclavitud, el fin de los tributos a los pueblos indios y otras acciones que estaban en línea con la Constitución de Cádiz. “Hidalgo instaura el derecho a la insurrección del pueblo y encabezó la primera revolución social en el América”, sostuvo el ponente.

Morelos hizo suyos también planteamientos liberales tanto en “Los sentimientos de la nación”, como en la Constitución de Apatzingán, que tanto promovió. Hidalgo y Morelos querían construir una nación con exclusión de los españoles, pero en 1821 el bando que acabó por imponerse fue el de los criollos, liderado por Agustín de Iturbide, quien había sido un asesino brutal de insurgentes. No se entiende cómo pudieron pactar con él personajes como Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, cuestionó Ruiz Barraza.

Sostuvo que con excepción de Guadalupe Victoria, quien con admirable tenacidad prosiguió la lucha en contra de los privilegios y llegó a constituirse como uno de los grandes estadistas del siglo XIX, el resto de los jefes insurgentes cayeron en la trampa de apoyar a Iturbide, quien, como se sabe, se autoproclamó emperador. Victoria, desde el Congreso, encabezó la oposición al imperio de Iturbide.

Por ello es que la consumación de la Independencia no representó el triunfo de las posiciones liberales que inspiraron la lucha iniciada por Hidalgo, sino por el contrario significó la restauración de los privilegios del antiguo régimen, insistió el profesor Ruiz Barraza.

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